
MIguel Galeano: #24M «Este poema es puño alzado, una flor que crece en la herida»
Este poema es puño alzado, una flor que crece en la herida:
No se calla la voz del pueblo,
aunque la tapen con fuego y metralla,
aunque la entierren en pozos sin nombre,
aunque la arrastren con botas y balas.
Vinieron de noche, con listas y miedo,
creyendo que el terror borra la historia,
pero sembraron memoria en la sangre,
y en cada ausente creció la victoria.
Secuestraron sueños, rompieron cunas,
quisieron marcar el alma de una patria,
pero no hay mordaza que apague el trueno
del grito eterno: ¡Memoria y esperanza!
Los pañuelos blancos no son pañuelos,
son banderas que tiemblan en la plaza,
madres que parieron luz en la sombra,
abuelas que tejieron la verdad con su alma.
Nos quisieron rotos, y fuimos miles.
Nos quisieron mudos, y cantamos.
Nos quisieron solos, y fuimos pueblo.
Nos quisieron lejos, y abrazamos.
Por cada cuerpo que no volvió,
hay un nombre que arde en el viento.
Por cada “desaparecido”,
hay un Nunca Más latiendo en el pecho.
Porque el silencio no es paz,
y el olvido no es justicia.
Porque los genocidas no son pasado,
mientras respiren impunidad y codicia.
Este poema es un puño alzado,
una flor que crece en la herida.
Es el eco de quienes lucharon
y siguen vivos en nuestra vida.