ESPERANDO EL BOCA RIVER, LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y EL HOSPITAL MÓVIL
ESPERANDO EL BOCA RIVER, LA SOBERANIA ALIMENTARIA Y EL HOSPITAL MOVIL
Parece tal vez una cuestión menor para los gobernantes de turno pero, estamos hablando de la gestión política en infraestructura deportiva, producción y salud.
Alegremente Beder Herrera prometía en uno de sus tantos dobles discursos, que los riojanos íbamos a ver a Boquita y River en la Rioja, en las impecables instalaciones del Estadio Carlos Augusto Mercado Luna, sin embargo, la inutilidad en la gestión en materia de obra pública, hace que ni el césped sirva para la práctica deportiva y la seguridad de las instalaciones son tan destacadas como la seguridad en la provincia o sea malísimas.
Lo cierto es que River-Boca lo seguiremos viendo por televisión, mientras avanza el elefante blanco del SUPERDOMO y los gastos superfluos se reparten por doquier en medio de una campaña política entre funcionarios del gobierno.
Aun resuenan las palabras grandilocuentes del gobernador que soñó convertir a la Rioja en una gran mega granja, que de hecho lo logro en algunos lugares, tan es así que hay chanchos, que toman agua mineral, viven en un ambiente climatizado y comen solo alimento balanceado, vacas o conejos que viven y se alimentan mejor que un trabajador público, sin ponerse colorado, se atrevió el primer mandatario a anunciar la soberanía alimentaria, pensando que las corruptas SAPEM, producirían alimento para callar el hambriento salario que paga a los trabajadores, sin embargo, aun los riojanos esperan ver dónde fueron a parar los más de cuatro mil millones de pesos gastados en estos contubernios administrativos que sin duda acabaran en manos de algunos amigos del poder.
Finalmente en materia de salud, mientras los médicos cruzan la cordillera, según dicen en el avión de la provincia con promesas de verdes morlacos por sus servicios, en una clínica de dudosa titularidad, se siguen produciendo en la provincia un inexplicable dejo en la gestión de salud que sorprendió a todos con la llegada de Marcos Perera de la mano del menemismo y su caballito de batalla, un hospital móvil que seguimos esperando, para corroborar que la salud está en terapia o mejor dicho en guerra, momentos en los que se utiliza normalmente este tipo de mastodontes con equipos para atender a la población en su hábitat.
En fin, la verdad indica que, entre el SUPERDOMO, los chanchos y el hospital móvil, todo sigue siendo una triste foto, una foto de la decadencia bederista y el esquema burocrático armado para delinquir y justificar las dadivas, no tan solo desde la promesa discursiva, sino desde los hechos…sino miremos la republiqueta de la Rioja bederista que llama a una interna entre tres empleados del gobernador para ver quien continua alimentando los chanchos, prometiendo pan y circo y sometiendo a los riojanos a morir por la falta de servicio en materia de salud…#MundoBeder
